Me quedé literalmente atrapado por la imagen (supongo que una de muchas, que habrá más variantes) y el texto escogidos por la Comunidad de Madrid para animar a los contribuyentes a asumir sus obligaciones fiscales ahora que se va agotando el plazo para hacer la declaración de la renta.
La imagen recoge el rostro de un camarero con varias tazas colocadas a sus espaldas, y una máquina de café. El texto, que hace referencia a la construcción de 8 nuevos hospitales en la Comunidad, dice así: "Mi corazón se paró, pero alguien decidió que todavía me quedaban muchos cafés que servir".
Queda clara la visión de la medicina que se ofrece, ¿no? No se trata de la atención a la persona, de lo que le queda por delante a nivel familiar o social, ni de los besos o abrazos que es capaz de dar, ni de la creatividad que puede llegar a poner en juego, ni siquiera de su capacidad para disfrutar la vida que se le ofrece cada día...
No. "Alguien" decide que todavía quedan muchos cafés que "servir". La función de ese hombre queda fijada en su trabajo como camarero y su obligación de servir. Y a la medicina no se le abre mucho más campo que el del cuidado de la mano de obra para que pueda cumplir con sus obligaciones.
Para eso no sé yo si merece la pena abrir tantos hospitales. De nuevo dan ganas de plantearse la Objeción Fiscal.
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