30 dic 2011

Medicalizando la revolución

Durante el tiempo que he estado trabajando en la consulta, primero en Atención Primaria y luego en un Centro de Atención Integral para Drogodependientes, constántemente me asaltaba la sensación de que hay algo muy desenfocado en la atención sanitaria, en lo que se pide por parte de l@s "pacientes" y lo que se ofrece por parte de l@s médic@s. Problemas sociales y laborales que afloran por todos lados,que intentaba abordar desde un enfoque "bio-psico-social", lo que terminaba traduciendo la problemática real en términos clinicos que fueran abordables con las herramientas que tenia a mano...

Cuando estas cosas ocurren , muchas veces es necesario escuchar a otra persona poniendo palabras a esa sensación, de manera que sientes a ésta reconocida y al mismo tiempo lanzada hacia adelante, hacia una mayor comprensión. Es lo que me ha pasado a mí con el texto "Nervoso", de Nancy Scheper-Hughes, en el que la autora explica como el esfuerzo medicalizador por encuadrar todos los problemas en el campo de las enfermedades y las soluciones dentro del campo farmacológico consiguen anular la capacidad crítica y de revuelta. Y, al mismo tiempo, plantea una propuesta muy interesante: aprender a leer los mensajes, la crítica, la denuncia que enarbolan quienes viven en la pobreza a través de sus síntomas somáticos, ya que, al no manejarse con la palabra como para poder elaborar un discurso al uso, inscriben este en su cuerpo, ya que este tiene en ell@s un papel mucho más central que entre la clase media de la que salimos la mayoría de l@s profesionales. De ahí tantas y tantas dificultades de comunicación y entendimiento entre un@s y otr@s...

Leyendo el artículo puede sonar lejano, desde nuestra realidad. Pero si además del hambre incorporamos otros efectos de nuestro injusto sistema social, como el paro de larga duración, la inaccesibilidad de la vivienda, la dependencia y el asistencialismo crónificado, el no sentirse considerad@s personas con los mismos derechos, etc., podríamos reelaborar todo de esto abriendo vías bastante interesantes, creo yo.

nervoso


Gracias a Bea, ya que gracias a ella descubrí este documento. Por cierto, el texto tiene algunas faltas ortográficas, pero creo que aún así se entiende bastante bien.

29 dic 2011

Por una prescripción prudente

Un buen recurso para reflexionar sobre como manejarse en común con l@s que acuden a la consulta respecto a los medicamentos: Principios para una prescripción prudente. Acá va copiada la presentación del blog:
 

 Más allá del uso racional de los medicamentos

 

PP, PS, PC… No, no son siglas de conocidos partidos políticos. Nos referimos a varias formas de definir el mismo concepto: prescripción prudente, segura o conservadora. Prescribir bajo el principio del primum non nocere, ante todo.

Veintiséis años después de la conferencia de Nairobi, en la que se promulgó el concepto de “uso racional de los medicamentos”, todavía se sigue usando (muchas veces de forma desafortunada) este vocablo para definir las buenas prácticas prescriptoras. Sin embargo como nos recordaba hace poco Albert Figueres, la prescripción dista mucho de ser un acto racional,  lo cual no es en sí bueno ni malo: simplemente que ser racionales no es el objetivo.

Turabian y Pérez-Franco daban un paso más cuando nos revelaban que la meta de la prescripción es “ser útil para la práctica y los pacientes”. Más allá de la racionalidad científica o de la gestión de los recursos, introducimos el hecho social que conlleva el acto de prescribir, que tiene lugar en un contexto clínico y genuino, que supone un encuentro entre personas y que tiene un sentido práctico, singular y subjetivo.

Como tal acto, la prescripción encierra un compromiso. Y como en todo compromiso, lo primero es no dañar, ser honestos, conocer los límites y los riesgos hasta donde estamos dispuestos a llegar y compartir las incertidumbres, mezclando a partes iguales arte, valores y ciencia con humildad y humanidad.

Como si hubieran leído el pensamiento de muchos, unos autores americanos han publicado hace pocas semanas un articulo titulado Principles of conservative prescribing. En él los autores, basándose en una mezcla de estudios científicos y sentido común, anotan y comentan aquellos principios que aseguran una prescripción más conservadora o prudente. Cuando lo leímos pensamos que era un artículo digno de ser conocido por una gran parte de los profesionales de habla hispana involucrados, o no, en el tema.

Os presentamos estos principios de prescripción prudente acompañados cada uno de un compendio de pensamientos, experiencias y anécdotas, cachitos de vidas de personas que lo dan todo por su trabajo al servicio y cuidado de otras personas, y que ha colaborado con total desinterés y entrega para que esta iniciativa vea la luz. Esperamos que os sean útiles y sirvan para enriqueceros tanto como a todos los que las hemos elaborado. Gracias.

Grupo Iniciativa por una Prescripción Prudente (IPP) formado por (en orden alfabético) Rafael Bravo Toledo, Cecilia Calvo Pita, Carlos Fernández Oropesa, Enrique Gavilán Moral y Asunción Rosado López.

17 dic 2011

Sorteo de la Sanidad


 Una convocatoria que, aunque va en clave paródica, tiene ecos reales, no sólo por el proceso de privatización, sino por cómo esto puede conllevar a situaciones como la vivida en Oregón (EEUU), donde se sortearon 7.000 seguros medicos entre las 600.000 personas que no poseían uno:

Sorteo de la Sanidad el 22/12/11


El próximo 22 de diciembre se va a celebrar el Sorteo Extraordinario de la Sanidad frente al Hospital Clínico San Carlos en Madrid, será a las12h porque es cuando esperamos que haya más gente en las inmediaciones del centro sanitario. 

Se va  a realizar un mini teatro reivindicativo para denunciar el tema. Los artistas invitados son: Esperanza Aguirre, Lasquetty, Fabra Constructor, Hospital Público, Hospital Privado, Usuarios y los niños de San Ildefonso. Que durante un rato de risas nos explicarán que están haciendo en la Comunidad de Madrid con la Sanidad.

Nos enseñaran datos cómo que: en los Hospitales Privados se va a invertir más de un 33% , que los Hospitales Públicos van a ganar casi un -2% (nótese la ironía), que muchxs Interinxs van a comenzar el año en su casa siendo unxs desempleadxs más,… Y muchas más cosas que cómo las pusiéramos todas ya no os apetecería ir!!
 
Ayudadnos a difundir esta acción, no sólo es importante que sea conocida en toda la Comunidad de Madrid, sino que también es necesario que se reúna el mayor número de gente posible, así que: si no tenías nada mejor que hacer el 22 de diciembre por la mañana ya sabes que esta es tu cita. Por que, aún siendo el día de la Lotería de Navidad, ante todo es el día de la salud.
 

Huyendo de la inseguridad

 En una conversación el otro día con compañer@s que siguen trabajando en Urgencias, apareció el tema de lo difícil que era en ocasiones manejar el asunto de las Altas Voluntarias, en el sentido de que había gente que se molestaba o interpretaba mal lo que significa firmar este papel. Creo que es un tema sobre el que no nos paramos mucho a reflexionar: el contrasentido que supone que, en una relación en la que sabemos que establecer una buena relación de confianza es fundamental, aparezca subitamente un elemento de defensa legal que puede ser interpretado de muchas maneras, entre otras: "no te conozco lo suficiente como para fiarme de tí", "lo que estás haciendo está mal, no estoy de acuerdo", etc.

Posteriormente , la lectura de "En defensa de la intolerancia", de Slavoj Žižek me dio algunas nuevas pistas sobre esta necesidad de delimitar responsabilidades, tanto por parte del paciente como del médico:

"Lo que Ulrich Beck llama la "segunda Ilustración" viene a ser, en lo relativo a esta cuestión decisiva, la exacta inversión de la aspiración de la "primera Ilustración" de crear una sociedad donde las decisiones  fundamentales perderían su carácter "irracional" y se apoyarían plenamente en razones certeras (en la ajustada comprensión del estado de las cosas): la "segunda Ilustración" nos impone a cada uno de nosotros la molesta obligación de tomar decisiones cruc iales que pueden afectar a nuestra propia supervivencia sin poder basarlas adecuadamente en el conocimiento; las comisiones gubernamentales de expertos, los  comités de ética, ctc., existen para conciliar esta apertura radical con esta incertidumbre radical. Lejos de experimentarse como liberadora, esta tendencia a tomar las decisiones con precipitación es, otra vez, vivida como un riesgo obsceno y ansiógeno, una especie de inversión irónica de la predestinación: soy responsable de unas decisiones que he debido tomar sin contar con un conocimiento adecuado de la situación. La libertad de decisión del sujeto de la "sociedad del riesgo" no es la libertad de quien puede elegir su destino, sino la libertad ansiógena de quien se ve constantemente forzado a tomar decisiones sin conocer sus posibles consecuencias.

(...)

Los individuos, atrapados comosiguen en el paradigma modernista tradicional, buscan desesperadamente una instancia que legítimamente pueda ocupar la posición del "Sujeto que Sabe" y venga a avalar sus decisiones: comités de ética, comunidad científica, autoridades gubernamentales o el gran Otro paranoico, el Maestro invisible de las teorías de la conspiración."

8 dic 2011

A tod@s

Algunos datos sacados del interesante último libro de Bauman, "Daños colaterales. Desigualdades sociales en la era global". Me gustaría acceder a las fuentes de las que los extrae, pero no las cita. Una pena, porque son ciertamente muy explicativas de cómo las desigualdades nos afectan a tod@s, y no solamente l@s que están en el extremo más castigado:

   
    "En las sociedades más desiguales del planeta, como Estados Unidos o Gran Bretaña, la incidencia de las enfermedades mentales es tres veces más alta que en el otro extremo de la liga; en estas sociedades también se registra un alto índice de población carcelaria, obesidad, embara­zos adolescentes y (¡a pesar de la inmensa riqueza que allí se acu­mula!) una elevada tasa de mortalidad para todas las clases socia­les, incluidos los estratos más altos. Mientras que el nivel general de la salud es por regla más alto en los países más ricos, entre los países de igual riqueza las tasas de mortalidad caen a medida que asciende la igualdad social... Según algunas sorprendentes esta­dísticas, el aumento de los gastos específicamente vinculados a la salud ha tenido un impacto casi nulo en la expectativa de vida promedio, mientras que el aumento de la desigualdad causa un fortísimo impacto negativo.

La lista de "enfermedades sociales" que atormentan a las así llamadas "sociedades desarrolladas" es larga y se extiende cada vez más, a pesar de todos los esfuerzos en sentido contrario, genuinos o supuestos. Además de las aflicciones ya mencionadas, contiene ítems como el homicidio, la mortalidad infantil, el au­mento de los problemas mentales y emocionales, y una pronun­ciada mengua en la confianza mutua, sin la cual la cohesión y la cooperación sociales son inconcebibles. En todos los casos, los guarismos se vuelven menos alarmantes a medida que pasamos de sociedades más a menos desiguales; algunas diferencias entre las sociedades de alta desigualdad y baja desigualdad son verda­deramente abrumadoras. Estados Unidos está primero en la liga de la desigualdad, y Japón está último. En Estados Unidos, casi 500 de cada 100 mil personas están en la cárcel; en Japón, menos de 50. En Estados Unidos, de cada 1.000 mujeres de entre 15 y 16 años, más de 50 están embarazadas; en Japón, apenas tres. Más de un cuarto de la población estadounidense padece enfermedades mentales; en Japón, alrededor del 7%. En Japón, España, Italia y Alemania, países con una distribución de la riqueza relativamente más igualitaria, una de cada diez personas reporta un problema de salud mental, en contraste con países más desiguales, como Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda o Canadá, donde estos problemas afectan a una de cada cinco personas.

Éstas son meras estadísticas: sumas, promedios y sus correla­ciones. Dicen poco de las conexiones causales que se ocultan tras las correlaciones. Sin embargo, aguijonean la imaginación. Y dan el alerta. Apelan a la conciencia tanto como a los instintos de super­vivencia. Ponen en tela de juicio nuestra apatía ética o indiferencia moral, ya demasiado extendidas; pero también muestran, más allá de toda duda razonable, el grosero dislate que subyace a la idea según la cual la búsqueda de la felicidad y la buena vida es un asunto autorreferencial que cada individuo debe llevar a cabo por su cuenta: dejan en claro que la esperanza del "yo puedo solo" es un error fatal que pone en jaque el propósito de cuidarse y preocuparse por uno mismo. No podemos acercarnos a ese pro­pósito mientras nos distanciamos de los infortunios que afectan a los demás."

1 dic 2011

¿Gastar o ahorrar?

 Merece la pena reseñar esta columna de Ignacio Escolar por su claridad y contundencia:

¿Pagar más caro para ahorrar?


El conseller de Salud de la Generalitat catalana, Boi Ruiz, ha explicado su receta magistral para “salvar de la quiebra” al “inviable” sistema sanitario público español. Consiste en privatizarlo. Fácil, ¿verdad? La propuesta del conseller pasa por adoptar el modelo holandés: que cada ciudadano que no sea pobre de necesidad pague un seguro médico privado y obligatorio; allí el más barato les sale por unos cien euros al mes. “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, explica Boi Ruiz, citando el refranero liberal. Pero el conseller olvida algunos datos que conviene recordar.

El modelo holandés lo puso en marcha un gobierno conservador en el año 2006. En aquel momento, los holandeses dedicaban el 9,8% de su PIB a la salud, un porcentaje ligeramente superior al español (que es de los más baratos y eficaces que hay). Gracias a la privatización, ahora pagan el 12% del PIB y Holanda se ha convertido en el segundo país de la OCDE que más porcentaje de su riqueza se gasta en salud, sólo por detrás de EEUU y su ruinoso sistema privado (17,4% del PIB).

¿Por qué razón el conseller de Salud propone entonces “ahorrar” con un modelo sanitario que nos saldría más caro que el actual? Puede que la respuesta esté en la propia biografía de Boi Ruiz. Antes de que Artur Mas lo fichase para gestionar la salud pública, el conseller fue presidente de la Unió Catalana d’Hospitals: la patronal de los hospitales concertados catalanes. Desde ese cargo, Boi Ruiz defendió que los enfermos pagasen por las ambulancias o por la comida de los hospitales. Así que cuando el conseller habla de mejorar la salud, en parte tiene razón. Si sus recetas prosperan, sin duda mejoraría muchísimo la salud financiera de sus colegas de la patronal.