Esta
es una iniciativa en la que colaboran varios blogs y profesionales
sanitarios para expresar su disentimiento con el encarcelamiento de
Carmen y Carlos
No al encarcelamiento de Carlos y Carmen
15 de junio de 2014
“en una sociedad injusta el único sitio de la persona honrada es la cárcel”
Thoreau
Thoreau
“¿Ante
el colapso económico e ideológico del sistema económico existente, es
posible que estemos entrando a otro período durante el cual la medicina
social pueda florecer?”
M. Anderson, L. Smith
Vic
Siedel es profesor emérito de la Montefiore Medical Center and Albert
Einstein College of Medicine y profesor adjunto de Salud Pública en la
Weill Medical College de la Universidad de Cornell University. Su
llegada en 1969 al Montefiore y la Universidad Albert Einstein de Nueva
York supone un inicio de un período de florecimiento de la Medicina
Social en Estados Unidos en la década de los 70. El Dr. Siedel fue
presidente de la American Public Health Association y de la organización
Physicians for Social Responsability (organización que recogió el
Premio Nobel de la Paz en 1985).
Vic
Siedel fue arrestado en varias ocasiones, alguna de ellas siendo
presidente de la Asociación Americana de Salud Pública. Los motivos de
su arresto fueron debidos a ejercer movimientos de protesta frente a
conflictos sociales claramente relacionados con la dignidad y el
bienestar de las personas: por manifestarse en contra de la realización
de pruebas nucleares o por realizar protestas contra el apartheid del
gobierno sudafricano.
El
pasado día 11 de junio nos enteramos de la noticia: el juez del
juzgado de lo penal número 1 de Granada ponía en estado de busca y
captura a Carmen Cano y Carlos Bajo, autorizando a las fuerzas y cuerpos
de seguridad para que los detuviesen e ingresen en prisión.
De la historia de Carlos y Carmen nos habíamos enterado algunas semanas antes, gracias a un precioso escrito de apoyo de Juan Irigoyen y a la campaña de apoyo iniciada desde el 15M de Granada y Stop Represión.
En
la Huelga General del 29 de Marzo de 2012, el 15M de Granada organizó
un piquete informativo que recorrería las calles de la ciudad pidiendo
solidaridad con la jornada de huelga. Carlos y Carmen fueron
identificados aleatoriamente por la policía en ese piquete a la salida
de un bar. Ni se produjeron amenazas, ni hubo actitudes violentas ni se
impidió a nadie que trabajase mientras el piquete permaneció allí. En
días posteriores la dueña del bar interpuso una denuncia que meses más
tarde, tras pasar el caso a manos del fiscal, acabaría dando lugar a una
“sentencia ejemplarizante” por la cual el juez condenó a ambos a 3 años
y un día de cárcel por un “delito contra el derecho de los
trabajadores”.
La historia de Carlos y Carmen no era muy diferente a las de tantos otros, llámense Isma y Miguel, Carlos y Serafín, Tamara y Ana, Koldo y un largo etcétera más de nombres. Todos ellos rostros anónimos con historias de lucha detrás.
Carlos
es un estudiante de Medicina como lo fue en su momento Vic Siedel.
Ambos entrarían en esa clasificación que podríamos considerar “raritos”,
por su interés por la medicina social. Carlos es uno de esos
estudiantes que necesitamos saber que existen y que sigue habiendo en
ese territorio hostil llamado “Facultad de Medicina”. Personas que miran
con otros ojos su vocación, que piensan en la medicina como un eje más
de todo el entramado social , que salen a las calles, que se preguntan
cosas, que critican al sistema capitalista éste en el que estamos
inmersas y que daña nuestra salud (eso que intentamos proteger). En
definitiva, que luchan desde abajo por una salud colectiva en el marco
de una sociedad individualista y piramidal. Hay quien dudará que los
motivos de condena poco tendrán que ver con la medicina social. Esto nos lleva a hablar de Carmen.
Carmen
es una mujer de 56 años. Desempleada, sin trabajo desde hace dos años y
sin derecho a ningún tipo de prestación desde octubre del año pasado.
En calidad de mujer y desempleada tiene más riesgo de enfermar y de
tener una peor calidad de vida, tal y como se ha venido explicando una y
otra vez en la literatura científica (ésa que nos tenemos que leer y
aprender si queremos ser profesionales competentes). Carmen, lejos de
quedarse en su casa, asumiendo una realidad en nada alentadora, decidió
de forma consciente participar en un piquete informativo por los
derechos laborales de sus conciudadanos y los suyos propios. Lo que en
definitiva, si abrimos un poco la mirada y pensamos en la relación entre
determinantes sociales y salud y en lo que tendría que significar una
salud real en todas las políticas, hace de Carmen un ejemplo de dignidad
y un agente de salud para el resto de la comunidad.
Carlos
y Carmen son dos personas incómodas para el sistema. Pero como Vic
Siedel son personas imprescindibles para nosotras. Son reflejo de
aquello en lo que creemos y que en tantas ocasiones nos hace predicar en
el desierto. Carlos y Carmen nos reflejan su labor en favor de la salud
pública. Si ellos son culpables de haber defendido los derechos de los
trabajadores, también lo somos nosotros, cada vez que animamos a acudir a
un sindicato en lugar de dar medicación ante una ansiedad relacionada
por las precarias condiciones laborales de nuestros pacientes; somos
culpables cada vez que atendemos a una persona a la que se ha privado de
la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los demás, por
culpa de un RDL 16/2012 impuesto desde el mal gobierno; somos culpables
cada vez que pensamos en términos de desigualdades sociales para abordar
la salud de la población; somos culpables cada vez que hablamos de lo
poco que influimos los profesionales sanitarios en la salud de las
personas y lo mucho que lo hacen el desempleo, los desahucios, la
pobreza infantil y muchas otras cuestiones para las que personas como
Carlos y Carmen, con su presencia en las calles, con su acción, quizás
sí puedan mejorar. ¿Somos culpables?¿Son ellos culpables? No queremos
una sociedad injusta llena de cárceles de gente honrada.
Por ello, proponemos:
1.
Os animamos a participar en la petición que se remitirá al Ministerio
de Justicia para la concesión de indulto (es urgente: la carta se
remitirá el martes)
Bien firmando directamente aquí:
O bien remitiendo vuestro modelo de carta personalizada (que podéis descargar aquí) a a la siguiente dirección:
2.
Os invitamos a difundir la información sobre el caso de Carlos y Carmen
en todas las asociaciones, plataformas, sociedades científicas y
colegios profesionales de vuestro entorno relacionadas con sanidad y
salud. Consideramos que establecer un proceso de reflexión y debate
sobre este asunto puede ser muy enriquecedor para evitar que vuelvan a
ocurrir situaciones similares.
3.
Animamos e invitamos a dichos colectivos a implicarse y como hicieron
otras asociaciones, sociedades científicas y colegios profesionales - la
Asociación Americana de Salud Pública en la época de Vic Siedel, por
ejemplo- difundir y denunciar la desproporcionada pena impuesta en el
caso de Carlos y Carmen.
4.
Podéis difundir vuestra vuestra fotografía solicitando el indulto para
Carlos y Carmen y que se detenga su proceso de encarcelamiento.
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