En Público se hacen eco de una investigación aparecida en Plos Medicine sobre los posibles conflictos de intereses que existen entre las grandes fundaciones privadas, como la de Bill y Melinda Gates, que manejan presupuestos astronómicos (parece ser que mayores que la propia OMS) y algunas empresas en las que tienen participación. Lo que evidencia este estudio no es tanto grandes irregularidades sino la posibilidad de que existan, ya que no está muy claro con qué criterios se maneja el dinero. Así por ejemplo, en algunos casos la ayuda prestada ha estado condicionada a establecer una relación comercial con una empresa como Coca-Cola.
¿Cómo regular estas iniciativas, tan expuestas a intereses turbios y que actúan en un área tan sensible como es la de la salud?
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