Acá van algunas ideas sobre el tema rescatadas del libro...
"Los poderes
hegemónicos que rigen la sociedad de consumo y la sociedad de
información han promovido teorías e imágenes que apelan a una
totalidad -sea de la especie, del mundo y hasta del universo— que
existe por encima de las divisiones entre las partes que la componen.
Sabemos que se trata de teorías e imágenes manipuladoras que
ignoran las diversas circunstancias y aspiraciones de los pueblos,
clases, géneros, regiones, etc., así como las relaciones de
desigualdad, explotación y victimización que han unido las partes
que componen esa seudototalidad. Sin embargo, el grado de
credibilidad de estas teorías e imágenes consiste en apelar, aunque
de manera manipuladora, a una comunidad imaginada de la humanidad en
su conjunto. El sufrimiento ocurre en todas partes; los individuos
son los que sufren, no las sociedades.
A su vez, las
fuerzas contrahegemónicas han contribuido a ampliar las arenas de
entendimiento político; pero, en general, las coaliciones y las
alianzas han sido poco eficaces para superar las teorías de la
separación, aunque lo han sido más para superar las separaciones
territoriales que para superar las separaciones que provocan las
diferentes formas de discriminación y opresión. Las coaliciones
transnacionales han sido más fáciles entre grupos feministas y
entre ecologistas o indígenas que entre unos y otros grupos Esto se
debe al desequilibrio entre las teorías de la separación y las de
la unión. Estas últimas, entonces, deben reforzarse para que se
vuelva visible lo que hay de común entre las diferentes formas de
discriminación y de opresión: el sufrimiento humano.
El respeto la por la
diferencia no puede impedir la comunicación y complicidad que hace
posible la lucha contra la indiferencia. El momento de peligro por el
que estamos atravesando exige que profundicemos en la comunicación y
la complicidad. Debemos hacerlo, no en nombre de una communitas
abstracta, sino movidos por la imagen desestabillzadora del
sufrimiento multiforme causado por la iniciativa humana, tan
avasallador como innecesario. Las teorías de la separación, en este
momento de peligro, deben formularse sin perder de vista lo que nos
une; y, viceversa, las teorías de la unión deben formularse tomando
en cuenta lo que nos divide. Las fronteras divisoras deben
construirse con numerosas entradas y salidas. Al mismo tiempo, es
importante mantener en miente que lo que une sólo une a posteriori.
No es la naturaleza humana, sino la iniciativa humana la que nos une.
(…)
La comunicación y
la complicidad epistemológicas se asientan en la idea de que no
existe solo una forma de conocimiento, sino varias, y que es preciso
optar por la que favorece la creación de imágenes
desestabilizadoras y una actitud de inconformismo frente a ellas. No
hay conocimiento en general ni ignorancia en general. Cada forma de
conocimiento conoce en relación con un cierto tipo de ignorancia y,
viceversa, cada forma de ignorancia es ignorancia de un cierto tipo
de conocimiento.
(…)
Creo que el
paradigma de la modernidad contiene dos formas importantes de
conocimiento: conocimiento-regulación y conocimiento-emancipación.
Él conocimiento-regulación consiste en una trayectoria entre un
punto de ignorancia, denominado caos, y un punto de conocimiento,
denominado orden. El conocimiento-emancipación consiste en una
trayectoria entre un punto de ignorancia, denominado colonialismo, y
un punto de conocimiento, denominado solidaridad. Si bien estas dos
formas de conocimiento están igualmente inscritas en el paradigma de
la modernidad, el conocimiento-regulación, durante el último siglo,
ha ganado primacía total sobre el conocimiento-emancipación. Con
esto, el orden pasó a ser la forma hegemónica del conocimiento, y
el caos, la forma hegemónica de la ignorancia. Dicha hegemonía del
conocimiento-regulación le permitió recodificar el
conocimiento-emancipación en sus propios términos. Así, lo que era
saber en esta última forma de conocimiento, se transformó en
ignorancia (la solidaridad se convirtió en caos) v lo que era
ignorancia se transformó en saber (el colonialismo fue recodificado
como orden).
(…)
La solidaridad como
forma de conocimiento es el reconocimiento del otro como igual
siempre que la diferencia le acarree inferioridad y, como diferente,
siempre que la igualdad le ponga en riesgo la identidad."
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