5 sept 2024

Interseccionalidad, lugares y emociones (leyendo a Rodó-Zárate)

“Sin comunidad no hay liberación,
solo hay un armisticio vulnerable y temporal entre un individuo y su opresión. 
Pero la comunidad no puede significar la pérdida de nuestras diferencias, 
ni tampoco la patética pretensión de que esta diferencias no existen.

(...)

“Tardamos un poco hasta darnos cuenta
de que nuestro lugar era precisamente la casa de la diferencia, 
más que la seguridad de una diferencia concreta."

A. Lorde

Esta entrada podría ser un anexo a las anteriores, las que trataban sobre "Desigualdades, opresiones, resistencias, luchas", especialmente la que hablaba de tejidos de violencias y cuidados. Fue revisando materiales para esos textos que encontré el libro "Interseccionalidad. Desigualdades, lugares y emociones", de María Rodó-Zárate, y descubrí en él tantas ideas importantes que creo que merece la pena reseñarlas aunque sea de manera esquemática, y animar a quien tenga tiempo a profundizar más en el texto completo.

Por un lado, Rodó-Zárate clarifica qué es y que no es la interseccionalidad, cuál es su foco. El origen de este término, enraizado en las luchas de las mujeres negras americanas, y su apertura hacia otras realidades y colectivos, puede hacer pensar que la interseccionalidad sea una teoría sobre cómo comprender la configuración de la identidad o la subjetividad. Pero la cuestión central que aborda no es la de identidad, sino la del poder y la discriminación. La interseccionalidad es una perspectiva desde la cual poder pensar cómo se articulan diferentes ejes de desigualdad (el género, la orientación sexual, la clase social, la etnicidad, el origen, la nacionalidad, la religión, la edad, la discapacidad, etc.), poniendo el foco en cómo se materializa la discriminación sobre los cuerpos concretos a partir de su diferente posición en la organización social. Es, de esta manera, una propuesta para reflexionar sobre la semejanza, la diferencia y su relación con el poder.