6 mar 2012

El modelo médico

Resulta inquietante la visión que da de la medicina Moyses Aguiar en su libro Teatro de la anarquía (por cierto, muy recomendable para profundizar en la vertiente política tantas veces olvidada del psicodrama), no por lo que cuenta, sino por el reflejo que ofrece de la realidad cotidiana...


"El primer trazo a definir en el modelo médico, quizás el más importante, es su carácter de discurso competente. Propietario del monopolio del saber en su área, el veredicto médico es considerado como verdad que se legitima por el hecho de haber sido por él proferida, que sólo puede ser puesta en jaque por otro médico.

Claro que hay los más y los menos competentes y, por lo tanto, más o dignos de la credibilidad intrínseca a su puesto. Independiente de esos matices, en la relación con el cliente se instituye una jerarquía, inicialmente fundamentada en la sapiencia, pero fortaleci­da en la práctica del poder. El molde se arraigó de tal modo en la cultura que el mismo cliente señala, con sus expectativas y con sus ofrendas de sumisión, la complementariedad capaz de hacer viable una relación a construirse según ese modelo.

De ahí hasta la dependencia es poco andar: como el cliente es la parte que, por definición, menos sabe, su salvación está condicionada al aca­tamiento de la autoridad y a la obediencia de las determinaciones de la otra parte, que no sólo conoce sino que también se responsabiliza por los resultados de la práctica en cuestión.

(…)

Aún cuando se amplía esa acción en la dirección de las prácticas preven­tivas comunitarias, así como del estudio y de las intervenciones sanita­rias más amplias, el modelo no deja de considerar los pacientes como individuos, aunque transformados en inertes categorías estadísticas. La salud sólo se torna mercancía, objeto de lucrativas transacciones comerciales, porque no hay - para los mercaderes - familias ni comunidades, enfermas pero vivas, sino individuos descompensados cuyo síntoma debe ser cancelado."

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