5 oct 2022

Fuera de mi

 Algunas ideas y ecos entresacados de la lectura de "La expulsión de lo distinto", de Byung-Chul Han, que me parecen muy sugerentes para enfrentar diferentes crisis en torno a la salud mental en el momento actual.  

Cada vez más, el ego se sitúa en el lugar central de nuestra experiencia vital. Un lugar central desde el que se expulsa lo distinto y se niega la distancia necesaria para reconocer y encontrarse con el otro. La inmediatez y la transparencia del mundo virtual y sus conexiones impiden generar la distancia que permite ver a la otra persona, a la que es diferente, enfrente nuestra. Todo es igual, todo es yo, todo es lo mismo... Y a la vez se derrumba la autoestima, aumentan las autolesiones. ¿Cómo es posible? Va a resultar que necesito la mirada de la otra persona, su reconocimiento, su aprecio para poder así apreciarme. Sin esa mirada que confirma ¿quién es capaz de sostenerse? ¿quién puede respirar sin amor? ¿y si el daño a una misma fuera una llamada de auxilio pidiendo ser amada?