7 dic 2012

¿A dónde queremos llegar con esto?

Hoy era día de descanso, pero el run-run del conflicto sanitario en Madrid sigue muy presente. Ya se acumulan casi dos semanas de huelga, manifestaciones y asambleas, y el cansancio y la incertidumbre van haciendo mella, aunque la ilusión y la energía puesta en marcha por esta dinámica de lucha colectiva que ha unido a tanta gente habitualmente dispersa aún es más fuerte.

¿Se conseguirá que quienes siguen haciendo oídos sordos a este clamor prácticamente unánime acepten dar marcha atrás en su huida hacia adelante y, por de pronto, sentarse a hablar con profesionales y ciudadan@s?

Esta es quizás la pregunta que más se plantea ahora mismo. La más obvia, la más urgente, la que necesitamos ver respondida cuanto antes. Pero no es la mejor pregunta. No podemos quedarnos encerrad@s en los límites del aquí y ahora de los presupuestos de la Comunidad de Madrid para el año que viene.

Por un lado, esto no es algo nuevo, aunque pudiese parecerlo por la movilización que ha generado. Es un proceso que viene de lejos, tanto en el tiempo (en España las bases se plantearon con la aprobación de la ley 15/97) como en el espacio, ya que se trata de un paso más dentro de un proceso de desmantelamiento y venta de los bienes públicos y comunes puesto en marcha allá por los años ochenta a nivel global, con su epicentro en ese momento en Estados Unidos y Reino Unido, y recrudecido con ocasión de la crisis global que se viene dando desde el 2008.

Por otro lado, no se trata de un problema exclusivo de la sanidad, sino que éste es una faceta más de un prisma que se complementa con los ataques a nivel de educación, trabajo, justicia... Además, si de verdad el objetivo de la #mareablanca es la mejora de la salud de la población, es necesario poner en primera línea el papel fundamental que juegan en la construcción de la misma estos determinantes sociales (educación, trabajo, desigualdad, etc.).

El objetivo de conseguir dar marcha atrás al proceso de venta del sistema sanitario es complicado, no podemos negarlo. Por eso es importante mirar más allá y no quedarnos encerrados en él, para escapar de la frustración que puede generar el no conseguir el éxito a corto plazo y poder abrirnos a la esperanza de poder conseguir cambios más profundos a largo plazo. Hay que ir a la mayor, y esta no es otra que conseguir entrelazar las luchas que en los distintos campos atacados se han puesto en marcha y ganar así en potencia transformadora.

Quizás uno de los mayores logros, ya conseguido, de estas movilizaciones, es el salto cualitativo que ha habido a nivel de conciencia sobre este proceso de apropiación de bienes comunes que se está dando desde hace tiempo. El que tantos profesionales sanitarios consigan sostener esta lucha colectiva y contar con la comprensión y el apoyo de tanta parte de la ciudadanía, pese a verse tan afectada por la paralización de unos servicios tan fundamentales para ella, implica que algo ha cambiado a este nivel. Creo que esta es la linea a seguir: comprender y hacer comprender lo que está pasando, cada vez de manera más completa, cada vez más unid@s, cada vez más conscientes de nuestra responsabilidad para generar una respuesta común.

Queda mucho por andar, así que sigamos poniendo unas buenas bases entre tod@s.

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