7 jul 2010

¿Quién paga?

Ultimamente el tema del copago en Sanidad está en debate desde que nuestra querida ministra se decidió a reconocer que es un tema que anda por los cajones ministeriales, y desde algunos medios se lanzan soflamas a favor de esta modalidad para salvarnos de la irresponsabilidad de la población, que usa sin saber ni sentido en sistema sanitario, como el texto de Mónica Lalanda que apareció en El Mundo (donde ya de paso aprovecha para cargar contra los inmigrantes por su mayor uso de las Urgencias, sin citar que los últimos estudios hablan de que las usan de manera más adecuada y eficiente que los españoles).

Para seguir un poco este debate es interesante leer el blog de Rafa Cofiño, en el que a raíz de un post suyo titulado Copago, tomadura de pelo y entrevista motivacional se ha ido generando un interesante debate que él mismo complementa con otros enlaces interesantes sobre el tema.

Especialmente interesantes me parecen algunas aportaciones


  • Viçens Navarro hace una interesante reflexión sobre que el problema no es el del copago, sino de la estructuración y gestión eficiente del sistema, sin olvidar a l@s que más dificultades socioeconómicas tienen. 
  • El blog La Pella de Gofio, aparte de recordar que hablar de copago en redundante, pues ya pagamos entre todos a través de impuestos varios, aporta datos de un estudio que viene a concluir que 1) el aumento del copago disminuye la adherencia a tratamientos en paciente crónicos a través de un efecto disuasorio, y 2) este efecto disuasorio es mucho mayor cuanto menor sea tu nivel socioeconómico.
  • En Desde mi balcón  reflexionan sobre el proceso de medicalización imperante y que, al hacer cada vez más amplio el espectro susceptible de ser "protegido" por l@s profesionales sanitari@s, tiende a saturar el sistema (además de generar más problemas que soluciones a la gente, en mi opinión).
  • JR Repullo presenta un estudio un poco más a fondo sobre el tema tras las experiencias de otros países europeos. 
A quien le interese, ya tiene una buena lectura... A mi no me queda más que pensar que, quizás si fuerámos capaces de trabajar más en reforzar las capacidades de cada un@ para gestionar su vida y los avatares que ésta conlleva así como para establecer redes sociales de apoyo, a lo mejor todo estaría menos saturado. Pero claro, eso choca con la propuesta institucional y social de "deja tus problemas (y tu vida) en manos de profesionales. Ell@s saben qué es lo mejor para tí". No se puede al mismo tiempo tratar de abarcar cada vez más y al mismo tiempo quejarnos de la sobrecarga que eso produce. Son dos movimientos contradictorios...

Por si alguien quiere manifestarse en contra del copago, que visite la web de CAS-Madrid.

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